Monday, May 21, 2012


LOS PIES DE LA TÍA ESTELA
(bilingual version)

Para Caitlin Yunis

Los pies de la tía Estela
no supieron de zapatos,
eran la carne del camino.
Si pienso en la inmortalidad,
pienso en sus huellas
por el lodo bueno de San Pedro.

Supongo que tu féretro
fue el único sitio
donde llevaste  zapatos.
Supongo que no te entraron
tan rápido como a los que andan
por la vida con tantos.
Tía cuando me encontraba
contigo en el tren
vendiendo pan descalza
te mirabas con el entusiasmo
de los gansos,
con la fuerza del río de Tomellín
en tus piernas de anciana.

Otra vez me gustaría
contigo bajar y subir las veredas
y de vez en cuando
descansar los pies en una ciénega
con  hojarasca de mangos
entre los dedos,
con los  cantos rodados
puestos ahí por las manos
de un dios solitario.


TIA ESTELA’S FEET

For Caitlin Yunis

My Tia Estela's feet
never knew shoes.
They were the flesh of the road.
When I think about immortality
I think about its footprints
on the good mud of San Pedro.

I suppose that her coffin
was the only place
she wore shoes,
that they didn't fit her
like they fit those
molded by the shape
of leather and shoelaces.

Tia, when I saw you on the train
selling bread barefoot,
you had the enthusiasm of geese,
the force of the Río Tomellín
in your old legs.

Once again I would love
to go up and down those paths
and, once in a while,
rest our feet in the swamp
with mango leaves
stuck between our toes,
where the round stones lie,
placed by the hands
of a lonely god.

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